Ya desde 1995, hace ya 30 años, se hablaba de un concepto diferente en el que debería usarse la palabra “talento” para denotar las aptitudes especializadas crecientes o las habilidades que desarrollan los jóvenes como una función de la habilidad general. El talento crece mientras el joven desarrollas las destrezas específicas, sus intereses y motivaciones.
Desde el punto de vista de los padres y profesores escolares, lo más importante que tienen que conocer son los valores del talento de los niños o cómo educar esos talentos para ayudarles a realizarlos hasta el mayor grado posible.
Maravilloso artículo de John F. Feldhusen de la Universidad de Purdue en U.S.A.
El Talento es un complejo de aptitudes o de inteligencias, de destrezas aprendidas y de conocimiento, y motivaciones-aptitudes-disposiciones, que predisponen a un individuo al éxito en una ocupación, vocación, profesión, arte o negocio (Gardner, 1992). Lo importante no es centrarnos en nuestra orientación académica, sino en qué somos buenos y qué nos hace funcionar. Esto nos será útil eligiendo la carrera que elijamos.
Gabriel González Ortiz