Si lo pensamos con detenimiento y miramos a nuestro alrededor, reconocemos que todos poseemos unas habilidades innatas y otras adquiridas, y ya desde pequeños, había algo que hacíamos intuitivamente sin que nadie nos lo enseñara. El niño muestra atributos propios en sus movimientos y en su expresión funcional; rasgos que le caracterizan, le condicionan y le individualizan (1). Del espacio del que disponga y de la estimulación que reciba, dependerá el desarrollo de su talento.
Ese componente genético al que hacíamos referencia al principio del artículo, también lo apoyan ciertos estudios que muestran como con una estimulación adecuada, se puede producir un aumento de la eficacia funcional de las redes neuronales porque se crean nuevas sinapsis (conexiones) en el córtex cerebral.
De esto se pede deducir que los talentos se basan en parte, en un incremento metabólico y funcional de su cerebro, pero a su vez, en una constante utilización de sus capacidades lo cual trae como consecuencia el enriquecimiento funcional.
Es decir, un cerebro bien dotado necesita de una constante utilización de sus facultades genéticas, y el aprovechamiento de las oportunidades que el ambiente ofrece, para alcanzar los máximos niveles de eficacia intelectual.
Aquí interviene el concepto de plasticidad cerebral; las neuronas se regeneran, cambian con los estímulos que reciben, tanto del exterior como del interior a través del pensamiento o elaboración mental, y ello hace que el cerebro se manifieste como un órgano cambiante según la estimulación que reciba.
Para Coral Oliver y Jose M. Prieto (2), la demostración de la plasticidad del cerebro se puede expresar en tres hechos fundamentales:
- La sinapsis (conexiones entre neuronas) aumenta con un determinado entrenamiento
- Las neuronas cuentan con la capacidad de establecer nuevas conexiones, esto ayuda a realizar nuevas tareas y mejorar las ya aprendidas.
- La plasticidad cerebral muestra el uso de zonas del cerebro para otras actividades distintas a las inicialmente predeterminadas
Este paradigma neurofisiológico, abona las tesis de los que defienden que mediante una estimulación adecuada, se puede hacer aflorar el talento.
(1) Alberto Sánchez Bayo, Arqueología del Talento
(2) Psicobiología del talento. Desarrollo del talento. AEDIPE y PEARSON PRENTICE HALL.2008
Antonio Angel Pérez Ballester